Ayer me acorde de una historia que salió en una platica con una amigo; es muy probable que ya la conozcan:
Existía en una cuidad un individuo que había sido liquidado de su fuente de trabajo. Así que sin empleo y con una familia a cargo; se dio cuenta pues que sus oportunidades eran limitadas.
Entre las aficiones del desempleado estaba la elaboración de bollos, a esta persona le encantaba hacer bollos y le quedaban deliciosos. Así que opto por poner un pequeño puesto y empezar a vender su producto, generando un impacto positivo en los clientes, ya que estaban compuestos de un ingrediente secreto...que eran bollos hechos de forma manual y casera.
Con el paso del tiempo, su negocio fue adquiriendo fama y la gente venía de todas partes de la cuidad, desde las colonias más cercanas hasta las mas alejadas, no importaba la clase social; todos sin excepción adquirían, los bollos hechos por este individuo.
En pocas palabras, el negocio era un éxito.
Aprovechó, pues el éxito, y adquirió un local, en donde estableció estándares de calidad; contrato mas personal e inclusive genero un par de sucursales mas, era tal el éxito del negocio que como estrategia comercial del individuo empezó a publicitar su negocio en la radio y en la televisión.
Al paso de los años, su único hijo, le pidió a su padre que le permitiera dejar el negocio y entrar a la universidad a estudiar una carrera universitaria. El padre, recordando sus años anteriores y la lucha que le costo el obtener un negocio tan productivo como el que tenia, opto por facilitarle el estudio a su hijo, argumentando que la ignorancia era la madre de todos los sufrimientos que le había tocado sufrir, así pues pensando en el futuro, le facilito los medios para incorporar a su hijo a la universidad y por que no hasta se dejaban bases para la sucesión del negocio para su hijo.
Tiempo después llega una crisis muy fuerte. El padre no sabia. El negocio estaba funcionando bien. Inclusive estaba en planes poner una tercera sucursal. Nunca antes el negocio había pasado su mejor momento.
Un día, el hijo le habla a su padre, y en la conversación salió la propuesta del padre en poner una tercera sucursal... El hijo molesto le comenta a su padre que si no había escuchado que había una crisis, el padre por supuesto sabia, pero no entendía las consecuencias que traía la gran crisis económica, no sabia del desempleó nacional; ni mucho menos del PIB, del petróleo, de cómo se comportaban los mercados, etc.
El hijo ya al borde de la histeria, y como no lo iba a estar, siendo el un famoso licenciado en economía, le comenta que es una tontería generar una tercera sucursal en plena crisis, comentándole también que tenia que disminuir costos, despedir personal e inclusive le sugirió cerrar las dos sucursales que tenia, es mas que dejara de hacer publicidad, ya que esto arrojaba grandes pérdidas y que en la cuidad nadie quería ya comprar nada. Y que este movimiento maestro, le permitiría al padre tener mayor liquidez y tener una base por si la situación económica proseguía por un tiempo mas largo de lo previsto.
Después de colgar el teléfono, el padre se quedo preocupado, no dejaba de hablar de la crisis economía, argumentaba que las cosas estaban cada día mas caras, se empezó a fijar en todo, cayo en un profundo estrés.
Tiempo después, el padre estuvo pensando en las palabras de su hijo.
El padre, no quería cuestionar la estrategia del hijo, ya que el argumento que presentaba, era que su hijo no era ignorante, era un gran estudiante y muy habilidoso y no dudaría que el consejo que le daba su hijo era para bien. Decía para sí mismo. “Imagínate cuanto dinero he perdido por no hacerle caso a mi hijo”.
Así que tomo una decisión cerro las dos sucursales, dejo de anunciarse, despidió personal, adquirió materia prima de baja calidad y como consecuencia empezó a perder clientes, al grado de que el negocio fue incosteable y tuvo que cerrar.
Moraleja
La gente se atreve hacer las cosas cuando esta cerca del precipicio, el miedo no nos merodea si somos ignorantes de las situaciones; cuando tenemos miedo, es por que los resultados son infundados; el generar desempleo para aminorar los costos no siempre es la mejor decisión, es mas nunca ha sido la mejor decisión, lo mismo pasa con la materia prima y con la publicidad y por ultimo no todos los seres humanos trabajamos en algo que nos gusta.
Podrá haber crisis, no lo dudo; pero si dejamos de hablar un poco de ella, podremos visualizar nuestro futuro de una forma mas positiva, y por añadidura tendremos mas posibilidades de crecer y generar las herramientas necesarias para sobrellevar las crisis.
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