1.- Se P.R.O.A.C.T.I.V.O:
Con frecuencia hablamos de “equipos” como si todos fueran del mismo tipo. Cada uno de los miembros tienen objetivos exclusivos, diferentes formas de pensar; algunos tienen compromisos y otros solo colaboran; otros son estratégicos y algunos ni intervienen en los procesos. Al COMPRENDER las necesidades de tu equipo de trabajo, tú podrás generar medidas proactivas e implementarlas para incrementar la confianza de tus compañeros. La confianza es la base de construcción del desempeño de un equipo de alto rendimiento.
2.- Enfócate en la tarea, pero no pierdas las relaciones (humanas):
Cualquier ser humano con el que tengas relación y más en un equipo de trabajo, debe de llegar a conocerte y conocerle. Ellos deben de mostrar entusiasmo en la tarea y optimismo. Los miembros necesitan sentirse valorados por quienes son y también por lo que hacen. Necesitas comprometerte y conectarte. La tarea, la meta, el objetivo, son palabras importantes; pero la colaboración lo es mas. Si no hay una meta en donde colaborar, lo terminaras haciendo todo tú.
3.- Ten un enfoque (y hazlo saber con claridad):
Nadie dijo que liderar un equipo iba a ser sencillo y aburrido. Tienes que invertir tiempo en aclarar la meta, las funciones y las responsabilidades y entre más claras…mejor. De seguro habrá bastante incertidumbre los primeros días así que lo que menos necesitas es añadir ambigüedad y confusión. Manda el mensaje claramente y que sea corto. ¡A donde vamos! Y ¡De que nos sirve llegar ahí!
4.- Crea un sentido de Bienestar Temporal:
Lo peor que puedes hacer es llegar a “cortar cabezas” sin saber al 100% las tareas del equipo, si lo haces generaras un serie de resentimientos y un ambiente de censura. Conoce primero lo que hace tu equipo, motívalo y si no recibes lo que has invertido, deséchalo, cámbialo o reinténtalo otra vez; tú decidirás que hacer; pero una postura de “miedo” hoy en día no sirve de mucho.
5.- No porque seas el líder lo sabrás todo, ni tampoco tendrás las decisiones mas acertadas. Que no te de celo si algún miembro del equipo da la solución (es lo mejor que te puede pasar):
Los problemas en los equipos de trabajo pueden parecer mayores de lo que son en realidad, pueden perder la perspectiva. No la pierdas tú. Mantén la calma, no todo lo tienes que solucionar tu, predica con el ejemplo la solución de problemas, pero ¡ojo!, en los momentos más difíciles siempre habrá alguien de tu equipo que te dará la solución, se justo y reconoce su idea; estas pequeñas cuestiones y detalles si no se resuelven con rapidez con frecuencia crean paranoia y la desconfianza brota.
Cuando tengas problemas debes de mantener la calma y comprometer al equipo en la búsqueda de soluciones prácticas, además de tener una comunicación ABIERTA con todos los miembros. El pánico es un virus que se reproduce muy bien en situaciones que salen de tu control.
6.-Genera acuerdos en la operación (los expertos son ellos no tu):
Para que puedas reducir la amenaza de incertidumbre y ambigüedad, los métodos y procesos de operación, necesitan ser establecidos con rapidez.
Los expertos en la tarea son los miembros, no el líder, si logras entender esto te evitaras muchos problemas. Pide ayuda para que ellos determinen que procesos y reglas son las más importantes, tu solo debes de darle una coherencia con la meta y los procesos que tu equipo te facilite.
Recuerda: un equipo actúa como un punto de referencia y ayuda a orientar a los miembros nuevos del equipo. Dedica tiempo durante las reuniones que tengas con tu equipo que tan bien están funcionando los acuerdos operativos.
7.- P.E.R.S.O.N.A.L.I.Z.A. la atención hacia los miembros del equipo:
Dedica tiempo a reunirte con tus compañeros de forma individual. Descubre cómo se sienten acerca de las cosas. Dale a cada persona la oportunidad de compartir éxitos, necesidades, retos y deseos personales. El escuchar, poner interés, reconocer…cuesta…pero beneficia a todos.
Saludos
Buenas finanzas
Fuente Fotografica: OceanosAzules2
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